Luna de miel improvisada
27 de Febrero 2018

Lidia Mariño 90 aniversario Paradores En nuestra Luna de Miel decidimos hacernos un viaje "a la aventura", sin nada planeado, simplemente dejándonos llevar por la magia de una ruta por los Pirineos. Cuando caía la tarde, reservábamos un hotel por la zona en que estaríamos esa noche.

Un día reservamos el Parador de Monte Perdido. El caso es que se nos hizo tarde, ya era de noche e íbamos avanzando por un camino que parecía llevarnos al corazón del bosque y de la montaña (cuando hicimos la reserva, así con prisa, no teníamos idea de la ubicación ni nada del Parador). Creímos que nos habíamos perdido cuando de pronto apareció ante nosotros una hermosa capilla y, detrás, el espectacular Parador de Monte Perdido. Su estilo de refugio de montaña nos enamoró, y las vistas desde nuestra habitación de las múltiples cascadas que la lluvia había formado en la ladera de la montaña. Espectacular la calidez de la  decoración y la majestuosidad de la ubicación. ¡¡Fue la mejor reserva improvisada del viaje!!

La verdad es que tenemos un recuerdo muy cariñoso del Parador de Monte Perdido, tanto que ese mismo día al hacer el check out pedimos ser amigos de Paradores :)

Lidia Mariño